Paseando con la imaginación

     Las dunas de Maspalomas son como un pequeño desierto de arena en medio de una zona muy turística. Rodeadas de construcciones y transitadas por cientos de personas que diariamente pasan camino de la playa o simplemente disfrutan de un paseo, esperemos que aguanten el asedio. Fotográficamente son un lugar muy interesante: las formas de las dunas, la textura de la arena... hacen que se pueda dejar volar la imaginación buscando imágenes más personales, un ejercicio de abstracción que muchas veces olvidamos cuando hacemos fotografía de paisaje. Otra cuestión es el éxito que tengamos para conseguir  imágenes que trasmitan algo a los demás.

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Por las cumbres de Gran Canaria

      A veces combinar las vacaciones con la fotografía no es fácil. En este caso, pasar del sol y la playa al frío de la montaña y disfrutar de unos maravillosos paisajes, sólo es cuestión de unos cuantos kilómetros y algunas curvas. Aunque no conocía los lugares, ya había visto  fotografías de ellos antes. Las composiciones no son muy originales, hay más posibilidades, pero la primera vez que se visita un lugar, lo más normal es dejarse llevar por la visión que ya se tiene en mente, después, buscar un lugar donde apoyar el trípode y disfrutar de la suerte de ver estos sitios bajo un cielo espectacular. Con más calma se pueden encontrar otras composiciones, algún primer plano más interesante, otro punto de vista... Pero eso tendrá que ser en otra ocasión. 
  



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     Las fotografías están hechas en dos días distintos. Desde el Pozo de las Nieves las 3 primeras  y desde la Cruz de Tejeda la última, con algunos de los lugares más emblematicos de Canarias:  el Roque Nublo, el Roque Bentaiga y el Teide al fondo.

Tráxico temporal

     O día de Reis achegueime a Punta Frouxeira para ver o temporal de ondas batendo contra os cantís. É un dos espectáculos naturais mais imponentes e Punta Frouxeira é un dos lugares onde mellor se pode contemplar. 

      Este temporal en concreto foi un dos mais fortes que puiden ver.  As ondas sacudían os cantis mesmo superando a altura da punta, que se eleva uns 40 metros sobre o mar. Nas fotos pódese ver como moitos curiosos  asomábanse preto do faro, e como algúns deles levaban un bo susto. Malia todo, para case todos foi unha xornada de abrallante espectáculo que só nos causou algunha molleira. Desgraciadamente para 3 persoas foi moito peor e un golpe de mar levounos das rochas. Unha traxedia que nos lembra o pouco que somos fronte a forza da natureza, e o moito que nun intre a mala sorte nos pode cambiar a vida.